Horizontes de polvo y sangre,
Jirones de un sol que ya no arde
La ceniza de la historia de los hombres
Olvidada junto a sus nombres
Ya no hay fe, ni esperanza
Ya no hay luz
Hacinados en los huecos de la espalda
De una tierra abrasada,
Una plaga que se alimenta
De los despojos de su raza
Ya no hay fe, ni esperanza
Ya no hay Dios
SUFRIR
UNA Y OTRA VEZ
AGUARDANDO UN NUEVO AMANECER
En cada torso,
En cada pupila,
Senderos de cientos heridas
Y recuerdos dolorosos
Un cielo sin luz en las venas
Un despertar que nunca llega
SUFRIR
UNA Y OTRA VEZ
AGUARDANDO UN NUEVO AMANECER
SUFRIR
SUFRIR
SIN VER AMANECER